El verano es una época que invita a disfrutar del buen tiempo, las actividades al aire libre y el descanso. Sin embargo, también supone un reto para la salud de nuestros pies. El cambio de calzado, pasando de zapatos cerrados a sandalias o a ir descalzo, puede provocar rozaduras, ampollas y una mayor exposición a infecciones. Además, el aumento de la sudoración y el calor favorecen la proliferación de hongos y otras afecciones cutáneas.

Por todo ello, es el momento ideal para realizar una revisión podológica. Un profesional de la podología puede detectar y tratar a tiempo cualquier problema, evitando que se convierta en una molestia durante las vacaciones. Además, con un buen diagnóstico y los tratamientos de podología adecuados, podrás disfrutar del verano con unos pies sanos y preparados para cualquier actividad.

Los problemas de pies más comunes en verano (y cómo los trata un podólogo)

Cuando llegan los meses más cálidos, nuestros pies se ven expuestos a condiciones que favorecen la aparición de molestias y patologías que, si no se tratan a tiempo, pueden condicionar nuestro día a día. Por eso, muchos pacientes recurren al servicio de podología antes de las vacaciones, buscando soluciones efectivas para caminar con comodidad y evitar complicaciones.

Uñas encarnadas e infecciones por hongos

Llevar calzado abierto o ir descalzo incrementa el riesgo de traumatismos en las uñas. Esto puede derivar en uñas encarnadas, una afección dolorosa que a menudo se complica con infecciones. Además, la humedad acumulada favorece el desarrollo de hongos, tanto en las uñas como en la piel. En estos casos, la atención de un podólogo es esencial para aplicar el tratamiento adecuado y evitar que el problema se cronifique.

Humedad y sudoración excesiva

Los pies sudan más en verano y, si no se ventilan correctamente, pueden aparecer verrugas plantares, ampollas o mal olor. Estos síntomas pueden parecer menores, pero a menudo son signos de que el pie no está recibiendo el cuidado necesario. La podología preventiva ayuda a detectar estas alteraciones y ofrecer el tratamiento más adecuado según el caso.

Piel endurecida, durezas y callosidades

El uso de sandalias y zapatos planos sin amortiguación puede provocar fricción constante en puntos concretos del pie, generando callosidades y zonas de piel endurecida. Además de un tema estético, pueden llegar a provocar dolor o dificultad al caminar. Con una sesión de tratamientos de podología, estos problemas se pueden solucionar de manera rápida e indolora.

Pies planos o mala alineación

Las largas caminatas veraniegas pueden poner en evidencia problemas estructurales del pie como los pies planos o una mala distribución del peso corporal. Sin un buen apoyo, aparecen molestias en los pies, tobillos, rodillas e incluso en la espalda. Un estudio biomecánico y, si es necesario, el uso de plantillas personalizadas puede mejorar significativamente el confort y prevenir lesiones.

¿Qué tratamientos de podología recomendamos antes del verano?

Muchos pacientes acuden a nuestro servicio de podología para abordar problemas específicos que pueden intensificarse durante el verano. Algunos de los tratamientos de podología más solicitados son:

1. Quiropodia de verano

La quiropodia es un tratamiento básico pero esencial que incluye la limpieza, corte y fresado de uñas, así como la eliminación de durezas y callosidades. Este cuidado preventivo es especialmente recomendado antes del verano para evitar molestias derivadas del uso de calzado abierto o de caminar descalzo.

2. Tratamiento de hongos e infecciones cutáneas

El calor y la humedad pueden favorecer la proliferación de hongos en los pies y uñas. Ofrecemos tratamientos antifúngicos adaptados a cada caso, que pueden incluir medicamentos tópicos u orales, así como consejos de higiene para prevenir recurrencias.

3. Estudio biomecánico y plantillas personalizadas

Un estudio biomecánico permite analizar la manera en que caminas y detectar posibles alteraciones. A partir de este estudio, podemos confeccionar plantillas personalizadas que mejoren la postura, reduzcan el riesgo de lesiones y aumenten el confort durante las actividades veraniegas.

4. Corrección de deformidades de los dedos

Deformidades como dedos en martillo o juanetes pueden empeorar con el uso de calzado inadecuado. Ofrecemos soluciones que van desde ortesis de silicona a medida hasta intervenciones quirúrgicas, según la gravedad del caso, para mejorar la funcionalidad y la estética del pie.

¿Por qué acudir al podólogo antes del verano?

Los pies son los grandes olvidados hasta que empiezan a quejarse. Por eso, es importante revisar el estado de los pies y actuar a tiempo. Hacerlo te proporciona una serie de beneficios:

Evitarás molestias durante las vacaciones

Las actividades veraniegas como caminar por la playa, hacer senderismo o simplemente llevar calzado abierto pueden acentuar problemas podológicos preexistentes. Tratar afecciones como uñas encarnadas, hongos o durezas antes de las vacaciones permite disfrutar de estas actividades sin dolor ni incomodidades.

Prevendrás problemas crónicos o lesiones por mala postura

Una mala alineación del pie o una pisada incorrecta pueden derivar en lesiones musculares o articulares si no se corrigen a tiempo. Mediante un estudio biomecánico, el podólogo puede detectar estas anomalías y recomendar tratamientos adecuados, como el uso de plantillas personalizadas, para prevenir complicaciones futuras.

Ganarás confort y confianza en calzado abierto

El verano es la época de las sandalias y el calzado descubierto. Una sesión de quiropodia, que incluye la limpieza y cuidado de las uñas y la piel del pie, mejora el aspecto estético y proporciona una sensación de ligereza y bienestar. Esto permite llevar calzado abierto con más confianza y comodidad.

 

Los pies son la base de nuestro bienestar diario, y a menudo no les damos la importancia que merecen hasta que aparecen las molestias. Con la llegada del verano, es el momento ideal para ponerlos al día y prevenir problemas que pueden interferir en tus vacaciones.

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Tus pies también merecen vacaciones. Pide cita antes de que llegue el buen tiempo.